miércoles, 3 de julio de 2013

Ratas

Las ratas no me dan miedo. El viejo mató a una tirándole un ladrillo desde veinte metros. Lo agarró de la pila que sería la pared del fondo de la casa, lo lanzó y, de una, la aplastó. "Si lo tiro cien veces más, no me sale". No me agradan; pero no me dan miedo: no grito cagado en las patas ni me asqueo. Las miro corretear, como en el andén del tren, hasta que se pierden.