miércoles, 5 de mayo de 2010

¡Salvemos al diario Crítica!

El próximo viernes 7 de mayo, a partir de las 14.30, frente a la puerta del diario Crítica de la Argentina, Maipú 271, realizaremos un acto por la defensa de los casi 200 puestos de trabajo existentes en el matutino.

La continuidad de este medio de comunicación se encuentra en peligro, principalmente, por una irresponsable conducta empresarial que desde hace siete meses mantiene en zozobra a nuestras familias. Este estado es el producto del pago con ostensible demora y en cuotas de nuestros salarios y de la deuda de hasta ocho meses acumulada con los compañeros colaboradores permanentes y externos.

A la fecha, Papel 2.0, editora de Crítica de la Argentina, no abonó aún una parte de los haberes de marzo y, lo peor, no ha dado ninguna garantía ni certeza de que pagará los correspondientes a abril. Esta patronal no hace más que reiterar lo que viene haciendo constantemente desde octubre de 2009: infringir las leyes laborales vigentes, incumplir acuerdos y actas firmados en el ámbito del Ministerio de Trabajo y violar los cronogramas y plazos anunciados por ella misma, erosionando así toda credibilidad hacia ella de parte de sus trabajadores.

Las afirmaciones de que el accionista mayoritario (el español Antonio Mata) "no pondrá un peso más" y la pretensión de que sólo cobraremos si ingresa el dinero que desde distintos estamentos oficiales se le adeuda al diario por publicidad hacen que nuestra fuente de trabajo se halle en serio riesgo. Es la misma incertidumbre que sobre nuestro futuro nos genera la asamblea de accionistas convocada para el 12 de mayo, así como también las mutuas acusaciones entre los dos propietarios: el citado Mata y el empresario farmacéutico Marcelo Figueiras.

Los trabajadores de Crítica de la Argentina venimos sosteniendo un paro ante esta situación. Paralelamente, necesitamos ampliar la difusión de nuestra lucha y sus razones, en razón del bloqueo informativo que existe en los grandes medios y monopolios cada vez que trabajadores de prensa aparecen involucrados en algún conflicto laboral.

Por eso les pedimos a los trabajadores de prensa, a las comisiones internas y agrupaciones de prensa y a todas las organizaciones políticas, sociales y culturales que concurran masivamente al acto, colaboren con nuestro fondo de huelga y difundan el peligro que corre la fuente laboral de casi 200 familias.

Asimismo extendemos la convocatoria a los lectores. Ellos nos han acompañado durante los veintiséis meses de existencia del diario y ahora les pedimos que se pronuncien por su continuidad. Sólo de este modo tendrán vigencia la libertad de expresión y el derecho al trabajo y a cobrar dignamente por él.

COMISIÓN INTERNA DEL DIARIO CRÍTICA DE LA ARGENTINA
comisioninterna.criticadigital@gmail.com
Martina Noailles, Edgardo Imas, Luis María Herr y Alejandro Bercovich
156-562-6566 / 156-104-8205 / 156-844-4310

domingo, 2 de mayo de 2010

Fútbol de mierda

Ese era el título, pero no importa. El debate reavivado por el desafío de estilos entre Barcelona e Inter de Milán suscitó análisis y cruces dialécticos enriquecedores. El juego y las maneras de ganar otra vez en el centro de la discusión. El periodista Daniel Lagares, en el Clarín del día siguiente al partido, fue al hueso. El Inter, José Mourinho y su Gran Muralla es justo finalista de Champions, pero que lindo es escribir que ese modo defeca sobre la alegría, el placer y el disfrute del fútbol, aunque sea en italiano.

"Attenti ai ladri", viene el Inter
Por Daniel Lagares

Todas las armas fueron legítimas. No pegó. Demoró sin abusar de la pérdida de tiempo. Usó la táctica que creyó más conveniente a su estrategia. Perdió, pero ganó. Todo bien, todo legal. Pero que no se diga que eso es fútbol. No jugó, no quiso jugar. Nunca. Esa fue la estrategia. Los que sólo reconocen a los ganadores, ahí tienen al Inter. Ganó. ¿Y?

Sería injusto afirmar que el del Nou Camp es su estilo, pero que el no-juego fue consecuencia de la expulsión de Motta resulta inaceptable. El crimen de lesa fútbol fue tramado con premeditación y alevosía. No faltará el audaz que equipare a este Inter de Mourinho con aquel de Helenio Herrera pensado para matar en ataque desde el contragolpe. Jugaba, ese "Grande Inter" de los '60, aunque su "calcio" no gustara a todos. Este no es calcio ni nada. No es. Es un "calcio di ladri, un calcio di merda".